Lo primero que hay que saber de mí son dos cosas: soy muy vaga y me gusta mucho comer.
Partiendo de estas dos premisas ya se entiende el resto del blog.
A lo largo de los años he ido recogiendo una serie de recetas que te hacen la boca agua y no te encadenan a la cocina. El Santo Grial de cualquier vago comilón que se precie de tal.
No soy una cocinera abnegada, ni tengo tiempo para ello -y creo que no soy la única en esta situación-, por eso empecé este blog solidario, para sacarte de un apuro en una cena sorpresa, quedarte con tus amigos -o familia política- en una celebración o darte un capricho un día que tengas antojo de algo.
Sólo espero que disfrutéis tanto como yo comiéndolas.